La integración de la sostenibilidad medioambiental y social en las prácticas turísticas mejora la viabilidad a largo plazo y el apoyo de la comunidad
Integrar la sostenibilidad en las operaciones básicas de las PYMEs turísticas ayuda a preparar a sus negocios para el futuro reduciendo el impacto ambiental, mejorando la eficiencia en la utilización de los recursos y reforzando su reputación entre los viajeros concienciados.
Además, las prácticas socialmente responsables generan confianza y relaciones a largo plazo con la comunidad local, esenciales para un entorno turístico estable y solidario.
Así pues, cambiar el turismo para que sea más sostenible no sólo es bueno para el planeta, sino que también ayuda a las pequeñas empresas a sobrevivir y crecer. Un gran ejemplo es La Posada del Agua, un hotel rural de Castilla y León. Entre 2020 y 2023, realizaron varios cambios ecológicos: instalaron 24 paneles solares y sistemas aerotérmicos para calentar el agua, añadieron bombas de calor en las habitaciones y cambiaron a biomasa para calentar las zonas comunes. Gracias a ello, ahora consumen un 50% menos de electricidad y ahorran dinero al tiempo que ayudan al medio ambiente.
También tomaron decisiones de diseño inteligentes para ahorrar energía, como ventilación natural y persianas automáticas. Un problema que tuvieron fue la lentitud de las subvenciones públicas, así que tuvieron que pedir un préstamo para hacerlo todo. Aun así, el resultado es un hotel moderno, cómodo y ecológico.
Esta empresa también apoya la sostenibilidad social. Compran productos locales, trabajan con productores cercanos y todo su equipo está formado por mujeres. Los huéspedes aprecian estos esfuerzos y dicen que disfrutan más de su estancia. Esto demuestra que la sostenibilidad no solo es buena para el planeta, sino que también aumenta la satisfacción de los clientes y la reputación.
La Posada del Agua demuestra que incluso los pequeños hoteles rurales pueden ser líderes en el camino de la sostenibilidad. Ayudan a proteger la naturaleza, apoyan la economía local y ofrecen mejores experiencias a los viajeros. Esto concuerda con las enseñanzas de la estrategia nacional española, que subraya la importancia de integrar prácticas ecológicas en el turismo y promover la concienciación sobre el impacto ambiental. Estrategias locales como las de Andalucía también muestran cómo las zonas rurales pueden liderar la innovación sostenible.