Las estrategias turísticas deben ser ágiles para responder eficazmente a las condiciones cambiantes del mercado y a acontecimientos imprevistos como las pandemias
Lección Aprendida
La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto la necesidad de estrategias adaptables.
Las PYMEs que pueden reorientar rápidamente sus ofertas, operaciones o modelos de negocio en respuesta a perturbaciones externas están mejor posicionadas para sobrevivir a los imprevistos y aprovechar las oportunidades emergentes en un panorama turístico volátil.
Un buen ejemplo es Andalucía 360 Travel, una empresa que cambió su oferta tras la pandemia.
Antes del COVID-19 organizaban viajes en grupo, pero tras la crisis se centraron más en experiencias privadas y en grupos reducidos. También empezaron a utilizar más herramientas digitales, como contenidos en línea y narraciones virtuales, para mantener su conexión con los clientes. Estos cambios ayudaron a la empresa a mantenerse activa y a satisfacer las nuevas necesidades de sus clientes.
Hoy en día, muchos viajeros quieren sentirse seguros y prefieren actividades más pequeñas y personalizadas. Andalucía 360 lo vio y ajustó sus servicios rápidamente. No esperaron a volver a la "normalidad", sino que crearon una nueva forma de trabajar. Esta es una lección importante para otras PYMEs: es mejor adaptarse que detenerse.
Ser flexible también significa probar cosas nuevas, poner a prueba ideas y aprender de los errores. Las empresas turísticas que hacen esto pueden recuperarse más rápidamente de problemas futuros y hacerse más fuertes. Además, como se menciona en estrategias nacionales como la Estrategia Española de Turismo Sostenible 2030, es importante que estos planes flexibles incluyan la transformación ecológica y digital. La coordinación con los gobiernos locales y los datos en tiempo real también ayudan a las empresas a responder mejor a los cambios repentinos.